El sistema educativo francés se basa en los principios inspirados en la Revolución de 1789, en las leyes aprobadas entre 1881 y 1889 y bajo la Cuarta y la Quinta República, y en la Constitución del 4 de octubre de 1958: “la organización de la enseñanza pública obligatoria, gratuita y laica en todos los niveles es un deber del Estado”. Está centralizado y gestionado por el Ministerio de Educación Nacional.
El servicio público coexiste con las instituciones privadas, que están sujetas al control del Estado y pueden beneficiarse de sus ayudas (a cambio de un contrato firmado con el Estado).
La libertad de organización y de enseñanza es una manifestación de la libertad de expresión: está definida por la “Ley Debré” n° 59-1557 de 31 de diciembre de 1959 sobre la libertad de enseñanza y las relaciones con la enseñanza privada.
Sin embargo, el Estado es el único autorizado a expedir diplomas y títulos universitarios: los títulos expedidos por el sector privado no tienen valor oficial si no están reconocidos por el Estado. Los exámenes están regulados a nivel nacional.
El principio de gratuidad de la enseñanza primaria fue establecido a finales del siglo XIX por la Ley de 16 de junio de 1881 y ampliado a la enseñanza secundaria por la Ley de 31 de mayo de 1933.
Los libros de texto son gratuitos hasta el tercer grado, así como los materiales y suministros de uso colectivo. En los institutos, los libros de texto son en su mayoría responsabilidad de las familias.
La educación pública es neutral: la neutralidad filosófica y política se impone a profesores y alumnos.
El principio del laicismo en materia religiosa ha sustentado el sistema educativo público desde las leyes de 28 de marzo de 1882 y 30 de octubre de 1886. La importancia del laicismo en los valores de la escuela republicana fue enfatizada por la ley del 9 de diciembre de 1905, que establece el laicismo del Estado: el respeto a las creencias de los alumnos y de sus padres implica: la ausencia de instrucción religiosa en los programas, la laicidad del personal y la prohibición del proselitismo.
Desde la ley Jules Ferry del 28 de marzo de 1882, la educación es obligatoria a partir del tercer año de edad para todos los niños franceses o extranjeros residentes en Francia.
Originalmente, la educación era obligatoria hasta los 13 años, y luego hasta los 14 por la ley del 9 de agosto de 1936.
Mediante la Ordenanza nº 59-45, de 6 de enero de 1959, se amplió hasta los 16 años. Además, está previsto que la educación sea obligatoria entre los 16 y los 18 años a partir de 2020.
Para más información:
https://www.education.gouv.fr/les-grands-principes-du-systeme-educatif-9842
https://www.cia-france.fr/blog/culture-traditions-francaises/le-systeme-educatif-francais/
https://www.ciep.fr/sites/default/files/atoms/files/focus_decouvrir-systeme-educatif-francais.pdf