Según los resultados del “Barómetro de la salud 2010”, 11 millones de personas víctimas de accidentes en la vida cotidiana (accidentes cerebrovasculares) buscaron atención, 4,5 millones de lesionados acudieron a urgencias y 500.000 fueron hospitalizados. Los accidentes cerebrovasculares causan unas 20.000 muertes al año, un tercio de las cuales corresponden a personas mayores. En comparación, los accidentes de tráfico matan a unas 3.500 personas al año. Dada la frecuencia de este riesgo, puede merecer la pena contratar una póliza de seguro. Presentación de los contratos de seguro de vida-accidente El artículo L. 1171-2 del Código de Salud Pública define los accidentes de la vida diaria (ACVC) como “todas las lesiones no intencionadas, excepto los accidentes de tráfico y los accidentes laborales”.
Corresponden a accidentes que ocurren en el hogar, en áreas deportivas o recreativas, en la escuela y pueden tomar la forma de defenestración, asfixia, ahogamiento, caídas, quemaduras o electrocución, intoxicación, cortes, etc.
La prevención es esencial para evitar estos accidentes, cuyas consecuencias pueden ser muy graves. Para protegerse de las consecuencias económicas que puede tener un accidente en su vida cotidiana, puede contratar un seguro específico, generalmente llamado “seguro de vida por accidente”. Estas pólizas cubren sus pérdidas económicas pero también pueden proteger a sus seres queridos en caso de fallecimiento. Las aseguradoras, a través de la FFSA (Federación Francesa de Compañías de Seguros, ahora FFA – Fédération Française des Assurances), han creado una marca “Garantie des Accidents de la Vie” (GAV – Garantía de Accidentes de Vida) para los contratos que cubren este tipo de accidentes. El objetivo de estos contratos es cubrir “las pérdidas derivadas de los acontecimientos accidentales ocurridos en la vida privada del asegurado, menor de sesenta y cinco años, siempre que el accidente provoque la muerte del asegurado o la invalidez permanente directamente imputable al accidente sea de al menos el 30%”. Permite que el asegurado sea indemnizado rápidamente, incluso en ausencia del responsable. Esta es la principal ventaja de la póliza, incluso si la persona resulta lesionada sola, podrá ver compensados sus daños, lo que no habría ocurrido sin el seguro. Además, la compensación se hace según los principios del derecho común, es decir, según las tablas establecidas por la jurisprudencia, y no según las tablas establecidas por el contrato que pueden no estar bien adaptadas. En efecto, la indemnización de derecho común tiene la ventaja de tener en cuenta la evolución en el tiempo de la percepción social del daño. Para beneficiarse de la etiqueta GAV, las compañías de seguros deben respetar una base mínima de garantías, que pueden enriquecer bajando, por ejemplo, el umbral de activación de las garantías u ofreciendo servicios auxiliares como la asistencia o la cobertura de protección jurídica para ayudarle en su posible reclamación. En la práctica, muchas aseguradoras respetan la base de cobertura mínima y la enriquecen, sin que se les califique de “GAV”. En esta hoja informativa encontrará las garantías básicas que, como mínimo, deben componer su contrato. Todos los contratos se basan en tres elementos esenciales, que permiten definir el importe de la prima: el número de personas cubiertas por el contrato (individuo / pareja / familia), – el límite de la indemnización: es de al menos 1 millón de euros por víctima, pero la aseguradora puede decidir aumentar este límite, – el umbral de intervención de la aseguradora, a partir del cual entran en juego las garantías (tasa AIPP – Daños a la integridad física y psíquica – tras el siniestro y determinada tras un peritaje). Esta tasa es del 30% en el contrato básico, pero las aseguradoras suelen ofrecer una tasa de activación de entre el 5 y el 15%.
El contenido “básico” del contrato GAV ¿Qué eventos accidentales están cubiertos? Los siguientes eventos deben estar cubiertos por el contrato de la GAV: accidentes en la vida privada (por ejemplo, una caída en el hogar, una lesión durante el deporte, una quemadura grave), – catástrofes naturales y tecnológicas (por ejemplo, una inundación, un terremoto, un maremoto, una explosión en una fábrica cercana a tu casa), – los accidentes médicos (son los accidentes causados durante la intervención quirúrgica, la prevención, el diagnóstico, la exploración, el tratamiento por parte de los médicos y los auxiliares médicos. Las consecuencias deben ser anormales e independientes del desarrollo de la condición en cuestión por la que se realizó el acto y del estado previo), – accidentes debidos a atentados o delitos (por ejemplo, lesiones relacionadas con un atentado terrorista o con un intento de asesinato, asalto y agresión).
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Tipo de organismo : Privado |
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